Cuando una persona se encuentra en “estado de flow”, se absorbe a tal grado, en una actividad, que fluye como el agua. Esta debería ser la meta de toda organización.
Es quizás uno de los términos más novedosos, asociado con Mihaly Csikszentmihalyi, dentro del ámbito de la psicología positiva, enfocado en el ámbito personal y profesional de las personas. Se dice, nace de la constante motivación del individuo para realizar una actividad.
Según Chiavenato (2002), este grado de motivación laboral es “el deseo de dedicar altos niveles de esfuerzo a determinados objetivos organizacionales”. ¿Pero cómo o de dónde nace? Bueno, pues según el mismo autor, de la “capacidad de satisfacer algunas necesidades individuales”. En otras palabras, un miembro de un equipo se motiva cuando encuentra, en la tarea solicitada, una oportunidad para crecer colectiva e individualmente.
Con los elementos necesarios, una empresa puede lograr que sus colaboradores estén experimentando una “Experiencia Óptima”. Ésta se refiere a cuándo la persona deja de considerar una labor como trabajo obligado, sino que, por el contrario, lo disfruta al 100 por ciento.
¿Cómo darse cuenta si alguien se encuentra en estado de flow? Para este ser humano, el tiempo pierde su valor, pasa tan rápido que ni lo nota. Los pensamientos se traducen en decisiones y acciones, casi de manera automatizada, pues posee la claridad necesaria para actuar eficientemente.
Descubre los beneficios del estado de flow laboral, para una organización
De acuerdo con el portal “La Mente es Maravillosa”, el estado de flow nos lleva a obtener los siguientes beneficios:
- Disminución de la auto-conciencia.
- Equilibrio desafío-habilidades.
- Unión acción-pensamiento.
- No existe el miedo al fracaso.
- Continuas sorpresas durante la realización de una actividad.
- Cada actividad individual tiene su propio fin.
Alcanzar el estado de flow en una empresa: Facilitadores
Los beneficios que pudiera llegar a obtener una empresa, si sus empleados entran en un estado fluido son totalmente enriquecedoras. Básicamente, se deja la dinámica usual del trabajo, para pasar a una de apoyo, comunicación y colaboración por objetivos en común.
Entonces, ¿qué puede hacer un líder para lograrlo? Aquí te dejo algunos consejos, soportados por el portal “Psicología y Mente”:
- Lograr que la actividad a desempeñar sea interezante.
- Tener objetivos y metas SMART.
- Que el ambiente laboral sea tranquilo y pacífico.
- Alternar periodos de concentración absoluta y descanso.
- Otorgar tareas desafiantes, que coincidan con las habilidades particulares de cada individuo.
- Generar canales de comunicación y retroalimentación positiva.
- Concentrarse en los aciertos y áreas de oportunidad/mejora, más allá de los errores o faltas.
- Dar espacio a la autonomía, creatividad y libertad de pensamiento.
- Brindar una guía que acompañe durante la realización de la actividad.
- Hallar beneficios propios, que la persona pueda encontrar, al realizar dicha tarea.
- Dar espacio para la recuperación y salud mental y emocional de la persona.
No es complicado llegar a un estado de flow, si se diseña un esquema de trabajo colaborativo. Con el tiempo, el equipo de alto rendimiento estará tan inmerso en las tareas, que el cumplimiento de objetivos será pan comido.
Recuerda, que la felicidad de aquellos que trabajan contigo es primordial, si se quiere llegar a ser una empresa donde la gente quiera trabajar y, por tanto, que la lealtad sea inminente, gracias a los beneficios empresa-empleado.
La rotación de personal será mucho menor, el ambiente laboral mejorará, los resultados irán mas allá de lo estimado. Entonces, vale el esfuerzo intentarlo, ¿no crees?