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La creatividad empresarial es la salvación al estancamiento y el detonante de equipos de alto rendimiento.

Es común relacionar el concepto de creatividad con lo artístico, como único campo de aplicación, pero realmente es la clave del éxito en las empresas más vanguardistas e innovadoras. Aquellas organizaciones que destinan recursos a la psicología de sus empleados, a través de distintos métodos y herramientas, están invirtiendo en la construcción de un sistema altamente eficiente.

¿Qué es la creatividad empresarial?

Empecemos por lo básico, la definición de la palabra “creatividad”. De acuerdo con Oxford Languages, es la “capacidad o facilidad para inventar o crear”. Aplicar esta descripción, a las organizaciones e instituciones, derivaría en: “la capacidad de generar ideas al máximo, para plasmarlas y llevarlas a cabo en un nuevo negocio, o en uno ya existente”. Esto también se refiere también a la creación de un producto original e, inclusive, a la resolución de problemas.

¿Cuál es el impacto de los equipos creativos?

Se dice que un equipo, con creatividad empresarial desarrollada, tiende a ser más eficiente, porque no se rige por las normativas comunes. Por el contrario, se adapta a la situación y necesidad general, concentrándose en la solución; “pensando fuera de la caja”.

Por consiguiente, como líderes, le permitimos a nuestro equipo expresarse; ser ellos mismos, en colaboración con otros miembros independientes y reales en su propio ser. Esta libertad de expresión resulta en empleados felices, realizados, ACTIVOS. Permitirle a un grupo de trabajo ser creativo, es permitirle ser libre, además de aprovechar su talento al máximo.

¿Cómo podemos incentivar la creatividad empresarial?

Hay muchas empresas reconocidas cuyo sistema gira entorno a la creatividad empresarial, dichas como Google o el gigante de innovación 3M. ¿Pero cómo lo hacen?

De acuerdo con el Centro de Negocios Melior, en España, hay cuatro pilares importantes en este proceso:

  1. Crear tiempo y espacio: Las juntas, evaluaciones, capacitaciones, y demás procesos monótonos, deberán convertirse en un espacio donde las ideas fluyan. Cambia la dinámica estricta por una relajada, abre un espacio recreativo en donde esparcir la mente o sentarse a recargar pilas. Juega con colores como el amarillo o azul, que incentivan la creatividad. Opta por mobiliarios poco tradicionales; cambia las sillas por sillones, las escaleras por resbaladillas, entre otros. Esto, por supuesto, no debe propagarse por toda la oficina, pero sí puede destinarse un espacio exclusivo para ello.
  2. Apuesta por perfiles creativos: Contratar gente cuyo aporte académico podría no estar sincronizado con el giro de la empresa es bueno, cuando de generar nuevas ideas se trata. En este punto yo agregaría, por ejemplo, que la ciencia no está peleada con el arte. Si reúnes a un ingeniero, con alto conocimiento en materiales, y construcción, con un diseñador o artista, tendrás lo mejor de ambos mundos. Técnicamente tendrás un producto en extremo funcional, que además se relaciona a las necesidades directas del cliente, con una apariencia vanguardista; esto se hace en 3M.
  3. No penalizar el fracaso: Cuando se recrimina a alguien por una idea que al final no funcionó, mitigaremos las ganas del equipo de hacer nuevas aportaciones. En este caso, recomiendo, es preferible realizar una rotación eventual entre áreas, fomentar el trabajo en equipo y la crítica constructiva.
  4. Comunicar y activar la mente: En un contexto relajado, con mentes abiertas, las ideas fluyen mejor. Esto se logra desde cada individuo, pero también, a través de dinámicas grupales, premiaciones o recompensas y acceso a herramientas de innovación.

Ahora que conoces más del tema, ¿estaría tu empresa dispuesta a probar este método? ¿Consideras que transformar la dinámica tradicional de tu empresa brinde resultados benéficos? ¿Qué otros cambios podrías hacer?

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