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Los líderes se encuentran en un mundo cada vez más volátil, incierto, complejo y ambiguo, y en un lugar de trabajo caracterizado por límites difusos, una sobrecarga de trabajo, complejidad y adicción a la tecnología. En este ambiente es fundamental la preparación de los líderes para desarrollar su liderazgo y crear mecanismos para apoyarlos. Son elementos fundamentales para el crecimiento y el éxito de cualquier organización.

Ser un emprendedor no es sencillo, en primer lugar se requiere de fortaleza y determinación para comenzar, pero sobre todo para continuar caminando hacia una meta, aún cuando las condiciones alrededor de ti parecen no ser del todo favorables.

Sin embargo, la determinación es tan sólo una de todas las características que debe tener un emprendedor. Existe la Inteligencia Emocional, en las que existen particularidades intrínsecas a la personalidad, que alguien que desea comenzar por un camino de emprendimiento debe tener. Entre estas, una de la más importante es saber relacionarse y comunicar tanto con posibles clientes, como con el equipo de trabajo.

El saber relacionarse podría parecer algo sencillo, pero en realidad no lo es porque va más allá de nuestro presente. Tiene que ver con situaciones que hemos vivido en el pasado y con nuestras primeras interacciones sociales desde la familia. Relacionarse implica hablar, escuchar y realmente estar presente cuando se está dando una situación de relación social.

4 estilos de relacionarse: Agresiva, manipuladora, pasiva y asertiva.

Existen cuatro estilos de relacionarse: 

  • agresiva
  • manipuladora
  • pasiva
  • asertiva

Cada uno de estos tienen sus propias características. Una persona que se relaciona de manera agresiva suele encontrarse constantemente inmerso en problemáticas; una persona con un estilo de relación manipuladora, suele conseguir lo que desea, pero dejando a la otra persona en cuestión sintiéndose mal, puesto que accedió por un deseo de hacer sentir bien, más que por una situación de justicia o realidad; una persona con un estilo pasivo suele tener poca capacidad para tomar una postura clara y concisa con respecto a una problemática. 

El estar en alguno de los primeros tres estilos, como emprendedor, puede significar que las problemáticas inherentes a cada uno de ellos se verán reflejados tarde o temprano en la empresa que estás construyendo. Esto implica que habrá fallas y que incluso se estará construyendo sobre terreno poco estable, es decir, tu empresa, que te ha costado trabajo construir día a día, se puede venir abajo fácilmente. 

El último estilo de relación es el asertivo. Si tú estás dentro de este estilo, puedes estar seguro de estar construyendo sobre pilares resistentes a las tempestades, que con seguridad pasarán en el camino hacia el crecimiento.

Una relación interpersonal asertiva genera en el equipo una buena comunicación, una buena comunicación genera confianza. Generar confianza dará a tu empresa un equipo sano y fuerte, en donde cada quien sepa el rol que le toca cumplir y lo haga de una manera animada y feliz, más allá, incluso, de la relación monetaria. Esto da como resultado un buen trabajo y buena cara hacia los clientes con su obvio avance hacia el crecimiento. Cuando tenemos una relación interpersonal asertiva, podemos ver, que la empresa que estamos construyendo tiene un valor agregado y todo viene de la persona que se encuentra a la cabeza. Como podrás notar, la comunicación como emprendedor es de vital importancia. 

Hasta este punto quizá estés dudando en qué estilo de relación interpersonal te encuentras, o quizá incluso creas que te encuentras en el asertivo. Te pediría, en primera instancia, hacer un análisis personal profundo, transparente y honesto. Piensa únicamente en el último conflicto que tuviste que resolver en tu empresa: ¿qué fue?, ¿quiénes fueron los involucrados?, ¿cómo se resolvió la situación?, ¿de qué humor terminaron todos los involucrados?

No es necesario que todos los involucrados en un conflicto terminen contentos, pero si es completamente necesario que todos los involucrados entiendan cuál fue el error y comiencen de nuevo con el ánimo de hacerlo bien y no volverse a equivocar, que se vayan con el pensamiento de que son un buen elemento en la empresa y que sólo fue una situación que pueden mejorar. 

Después de esto, ¿crees que quizá no te encuentres en el estilo de relación interpersonal asertivo? Tampoco es problema. Todos podemos lograr llegar a ese lugar que necesitamos. Si ya comenzaste tu proceso como emprendedor, puedes comenzar a la par tu proceso de mejorar de manera personal para que tanto tú, como tu empresa crezcan a la par y con las bases sólidas.

Te invito a conocer mi taller “What got you here, won’t get you there” en dónde puedes redefinirte y mantener ese éxito por el que tanto has trabajado.

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