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A menudo escuchamos sobre su importancia; sin embargo, no muchos saben cómo mejorar la imagen personal y profesional. La realidad es que va mucho más allá del físico, así que te lo explico a continuación.

Vámonos rápido por lo más básico y conocido: la manera de vestir, caminar, e inclusive, hablar. Estos son principios del aspecto físico, que influyen en la manera en la cual nos percibe la gente. Es quizás una de las herramientas más poderosas, porque se adaptan a nuestras preferencias; por ejemplo, si yo quiero proyectar una apariencia formal, puedo ponerme un traje. Por el contrario, si alguien se identifica con un entorno más dulce, elegiría entonces un vestido floreado.

Es viable combinar estilos, de hecho funciona bien para aquellos a quienes se les dificulta encasillarse en uno solo. Hay, por ejemplo, quienes deciden utilizar un “look” para diferentes ocasiones, mostrando así varias facetas de su personalidad. En este caso, podría ser que la asesoría de imagen encontrara incoherencias, pero me parece que tener coherencia va mucho mas allá.

Te lo contaré a continuación con más detalle.

Aprende cómo mejorar la imagen personal y profesional

Sumando a la idea que se tiene sobre la importancia del aspecto físico, especialmente en el trabajo, quiero exponer la idea de la compaginación con la actitud, nuestro discurso y acciones.

Déjame poner un ejemplo. Imaginemos a un profesional de la psicología, con un despacho precioso, traje de alta costura, pulcro de cabeza a pies. Sin embargo, cuando llega a consulta, se pone a criticar a la pareja de la paciente, por no ayudar en las labores del hogar. ¿Ese es el discurso adecuado para esta profesión?

Pongamos ahora la otra cara de la moneda. Imaginemos a una profesional de la psicología, con un despacho modesto, su ropa decente pero nada demasiado caro, pulcra de cabeza a pies. Cuando su paciente llega y le comenta sobre la falta de interés de su pareja por ayudar en las labores de la casa, ella hace preguntas poderosas y asiente con empatía. Paso a paso la encamina a una solución, con lenguaje tranquilo, profesional y comprensible. ¿Es este el discurso adecuado que debería de tener?

La respuesta es sí, a la segunda hipótesis. El físico es solo una pequeña parte de todo un mundo de factores correspondientes a cómo mejorar la imagen personal y profesional.

Aquí te comparto un compilado de sugerencias, de acuerdo con la revista Entrepreneur, que dibujan un mapa sobre los componentes de la imagen. Recuerda ser coherente en cada uno de ellos, para evitar la disonancia e invitar a la gente (de manera inconsciente e implícita) a formar relaciones de valor y confianza contigo.

1. Define quién quieres ser y cómo quieres que te perciban.

¿Eres emprendedor? ¿Negociante nata? ¿Experta en la medicina? ¿Artística? ¿Quieres dar un mensaje positivo? Anótalo.

2. Compórtate de acuerdo a tu identidad.

Lo que quieres ser debe resonar con tus acciones. Olvídate de pretender, porque en ellas se vislumbra el verdadero “yo” de cada persona. Aplica con tu círculo cercano, en el trabajo, entrevistas, encuentros casuales, con la gente que te brinda algún servicio…

3. La actitud proyectada por tu cuerpo.

¿Cómo te sientas? ¿Cómo caminas? ¿Portas una sonrisa en la cara? ¿Cómo agarras las cosas? ¿Cómo estrechas la mano? A todo esto se le llama actitud; un conjunto de acciones inconscientes, que envían mensajes a la gente. Estas son igual de importantes que las palabras.

4. El mensaje más inmediato: tus palabras.

Tal como lo establecimos en los ejemplos anteriores, aquí tenemos un pilar importantísimo de cómo mejorar la imagen personal y profesional. Si te refieres a los demás con insultos, agresiones, en tonos despectivos y carentes de empatía, no importa cuantas flores te pongas en la cabeza… El resultado es el mismo. Si por el contrario, te enfocas en dar palabras de aliento, empáticas, respetuosas, tranquilas, no importa tanto si traes cadenas en el pantalón, alcanzarás a proyectar dulzura.

5. Aspecto físico

Como complemento, está la forma de vestir. Así como lo mencionamos al inicio, este es una herramienta que termina por embonar los cuatro puntos anteriores. Recuerda, no lo es todo. Concéntrate en estos consejos como un todo, y no como individuales.

Un coach puede ayudarte a mejorar este aspecto en tu vida. ¿Te quieres alistar para ir al siguiente nivel? Especialmente en los puestos ejecutivos y de alta dirección, la concordancia aquí es fundamental. Yo puedo ayudarte. Escríbeme a guido@guidocattaneo.com.

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