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El coaching empresarial concientiza a los líderes para desprenderse de sus creencias propias y desarrollar habilidades que potencien tanto su crecimiento como el de su equipo

Sólo el 50 por ciento de personas con cargos directivos lideran equipos de alto rendimiento. El otro 50 es como una máquina disfuncional; los empleados carecen de motivación, los objetivos no se cumplen y en casos graves el recorte de personal parece la única solución.

Esto no indica que quien esté a cargo sea mal profesionista, pero hasta los más altos ejecutivos necesitan un guía y es el coaching empresarial una de las herramientas más efectivas para ello.

¿Qué es el coaching empresarial?

Éste precisamente se encarga de ayudar a individuos y empresas a resolver situaciones de conflicto, pero especialmente a potenciar sus capacidades.

Es un proceso basado en metodologías comprobadas de liderazgo, gestión de negocios, inteligencia emocional y cumplimiento de resultados.

Los beneficios, sin embargo, van mucho más allá. De acuerdo con un estudio de IMetrix Global LLC, citado en la revista Entrepreneur, el retorno de inversión de un programa de coaching se multiplica por siete, lo que equivale aproximadamente al 650% de ganancias en un negocio.

¿A quién va dirigido?

El IFC (Industry Foundation Classes) destacó que el coaching empresarial ayuda a managers, CEOs y directivos a acelerar su proceso de adaptación en un nuevo cargo, a crear oportunidades, a mejorar estrategias gerenciales y/u optimizar el desempeño del equipo a su cargo.

El coaching empresarial se ocupa de igual forma de aquellos empresarios en busca de equilibrar la vida profesional con la personal. De hecho, este es uno de los aspectos con mayor carencia de atención. Regularmente cuando en la intimidad de una persona las cosas no funcionan correctamente se ve reflejado en el trabajo. Por consiguiente, personas que experimenten el burnout o con problemas de desempeño, también son candidatos a formar parte del programa.

¿Cuál es la tarea del coach?

Un coach entrenado profesionalmente se sumerge en el día a día de una empresa, realiza entrevistas de personalidad a los miembros del equipo y, bajo una estrecha relación con los managers, brinda consejos esenciales para mejorar el desempeño del mismo.

Es a través de teoría, además de actividades prácticas, que el personal entiende la buena comunicación, con el fin de generar un ambiente de trabajo altamente eficiente. En él también se unificará la importancia de los asuntos de carácter personal y profesional.

Aprende todos los aspectos que componen al éxito con un programa de coaching empresarial

A su vez, finalizado el curso, los altos mandos se habrán convertido en líderes coach, quienes representan una figura no sólo de autoridad sino de confianza, empatía y reciprocidad. En poco tiempo, con mucho esfuerzo de por medio, la oficina se convertirá en un espacio seguro en donde se potencie el talento de los trabajadores.

Tipos de coaching

Coaching empresarial: trabaja personalmente con directores, managers, CEOs o prospectos para esos cargos con el fin de desarrollar habilidades como:

  • Manejar conflictos.
  • Escuchar.
  • Delegar.
  • Planear.
  • Comunicar.
  • Tomar desiciones.
  • Empatizar y persuadir.
  • Motivar.

Coaching organizacional: la empresa se ve como un todo; una máquina ávida de estructura, estrategias de mantenimiento y cultura organizacional. A diferencia de los otros tipos de coaching, en donde se trabaja con colaboradores inmediatos, aquí se trabaja con varias o todas las áreas de una empresa.

Coaching de equipos: este tipo de entrenamiento se concentra principalmente en incrementar el desempeño y la productividad de un grupo de trabajo, a estrechar sus lazos. Básicamente marca la diferencia entre un equipo tradicional y un equipo de alto rendimiento.

Jefe vs. Líder coach

Los negocios que sobreviven son aquellos operados sin soberbia, especialmente esos comandados por líderes, no jefes. ¿Pero cuál es la diferencia?

Un jefe ordena, impone, no escucha y busca los beneficios propios por encima de todo. Tales actitudes afectan directamente a los empleados, pues están inconformes, poco motivados.

Por el contrario, un líder atiende las necesidades de su grupo de trabajo, lo guía a partir de la confianza, el buen trato y la reciprocidad; antepone a las personas a su cargo, enseña y aprende a la vez.

Cuando los organigramas son estructurados, dirigidos por líderes capaces de comprender a su equipo, de construir un espacio seguro para comunicarse y actuar adecuadamente en distintas situaciones habrá aventajado al resto. De aquí nace la importancia de crear una cultura de coaching.

Atrévete a crear conciencia en tu equipo y convertirlo en el ejemplo a seguir.

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