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Según un estudio realizado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) México es el país con más estrés laboral del mundo. El 75% de los trabajadores mexicanos padece de estrés o síndrome “burnout”.

Entrenar nuestra inteligencia emocional nos ayudará a prevenir y superar el estrés. En comparación con un alto coeficiente intelectual, la inteligencia emocional tiene un mayor impacto en el éxito personal, las habilidades de liderazgo y la calidad de vida. El coeficiente intelectual es un rasgo genético, mientras que la inteligencia emocional es algo que puedes entrenar y desarrollar.

Trabajar la inteligencia emocional es una de las mejores formas de lidiar con el estrés. Estos son algunos consejos para entrenar tu inteligencia emocional.

Cómo entrenar tu inteligencia emocional para superar el estrés laboral

Las emociones pueden tener sobre nosotros la capacidad de anular nuestra mente objetiva. Pueden influir en la forma en que manejamos nuestra vida personal, administramos nuestro negocio y tratamos con nuestros seres queridos, compañeros de trabajo, clientes, empleados, etc. Un comportamiento irracional es un obstáculo para alcanzar el éxito y nos puede llevar a malas relaciones, estrés, ansiedad e incluso depresión.

Entrenar tu inteligencia emocional te ayudará a hacerte cargo de tus emociones y acciones. Piensa en un fotógrafo que tiene diferentes lentes para su cámara y utiliza el más adecuado para la toma que intenta capturar. Del mismo modo, tener una alta inteligencia emocional te ayudará a elegir la visión más adecuada para lidiar con obstáculos y desafíos inesperados. Obtendrás la capacidad de cambiar de “lentes” según las circunstancias, y podrás mirar el mundo con una perspectiva adecuada para cada situación, evitando que las emociones te impidan alcanzar tus objetivos.

Para mejorar tu inteligencia emocional, primero debes comprender sus dos componentes psicológicos: autoconciencia y conciencia social.

 

Conciencia de uno mismo

Obtener la autoconciencia es el primer paso para lograr una mayor inteligencia emocional. Stephen Covey, en su libro, Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, enfatiza que la autoconciencia nos autoriza a elegir nuestro propio destino y vivir en función de nuestros objetivos.

Para ser consciente de ti mismo, necesitas conocerte profundamente. Comprende tus necesidades, sentimientos, hábitos e impulsos. Descubre el “qué” y el “por qué” detrás de tus emociones e identifica la causa raíz. Por ejemplo, intenta preguntarte, “¿Qué me hizo sentir bien o mal? ¿Por qué me siento de esta manera?” Mira dentro de ti mismo y preparate para reconocer los sentimientos a medida que ocurren. Luego, toma el control de tu mente objetiva descubriendo qué “lente” funciona mejor para reflexionar sobre la situación. La clave es estar completamente presente y reconocer por qué y cómo llegaste hasta aquí.

 

Conciencia social

El segundo componente de la inteligencia emocional es la conciencia social. Esto es similar a la autoconciencia, pero en lugar de mirar hacia adentro, mirarás hacia afuera, reconociendo los sentimientos y emociones de las personas con las que te estás comunicando.

Reconoce las señales emocionales que hacen que te estés comportando de una determinada manera. Analiza objetivamente lo que estás experimentando y por qué. Un incidente incómodo con un amigo, compañero o extraño puede ocupar fácilmente tus emociones y pensamientos, pero si investigas profundamente, descubrirás que es principalmente tu propio juicio el que maneja tus emociones.

En realidad, el comportamiento de las personas está basado en necesidades vistas desde nuestra propia perspectiva, y dependiendo de la naturaleza de la relación, solo una pequeña parte de nuestros pensamientos, se preocupa por la perspectiva del otro. Si entiendes esto, tus expectativas sobre los demás cambiarán en consecuencia, ya que ahora sabes que sus lentes no reflejarán tu punto de vista. Además, el alcance de tu auto-juicio será más amplio.

Para ser socialmente consciente, cambia tu lente para observar objetivamente una situación desde la perspectiva de la otra persona y trata de comprender su comportamiento. Aprovechar y manejar tus emociones te permitirá comunicarte mejor, manejar conflictos, inspirar y ser más influyente.

 

Estar presente

Nos fijamos objetivos para alcanzar nuestras ambiciones, pero cuando vivir se interpone en el camino para lograr esos objetivos, nos estresamos y las emociones toman las riendas. Entonces, ¿es la meta o la vida lo que realmente buscamos?

El tiempo es el recurso más sagrado y costoso de todos. Pueden pasar días, meses y años, y a menudo no nos tomamos el tiempo para estar presentes, ya que nos centramos en el destino o lo que nos espera mañana. Si tratamos la vida como el viaje que realmente es, entonces se trata de disfrutar la experiencia y aprender de nuestras elecciones. No debemos tratar la vida como un obstáculo, sino aprender a ser el capitán de nuestro propio barco, en otras palabras, de nuestra mente.

 

Entrenar la inteligencia emocional ayuda a manejar tus emociones de manera saludable. Te permite controlar los sentimientos y comportamientos impulsivos, gestionar tus expectativas y adaptarte a las circunstancias cambiantes, para mantenerte en el camino que te llevará a conseguir tus objetivos. Te ayudará a prevenir y superar el estrés.

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