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Estamos en una era donde las distracciones son más abundantes que nunca. Mientras que la existencia de internet supone una enorme ventaja sin la cual nuestra sociedad ya no podría vivir, da pie a muchos ocasiones en las pone en entredicho nuestra capacidad de concentración.

En un equipo de trabajo de alto nivel, las nuevas tecnologías de comunicación son tan vitales como tóxicas. Mucho tiempo se va procrastinando y en interrupciones que muy bien pudieran ser evitadas.

Para el líder, el deber de desarrollar una capacidad de concentración inquebrantable es mucho mayor. Él es el absoluto responsable de dar dirección al equipo, por lo que su concentración debe estar mucho más afinada.

La Triada de la Concentración

Quienes no le conocen, Daniel Goleman es un famoso intelectual estadounidense que propuso el concepto de inteligencia emocional a la comunidad de psicólogos. Mientras que ha sido objeto de muchas controversias, sus aportes en forma de estudios y libros bestsellers tienen gran valor en el terreno del crecimiento profesional.

En cuanto al tema de la concentración y su rol en el liderazgo, Goleman ha propuesto el concepto de una triada. Desarrollar esta triada debe ser una prioridad para cualquier líder en formación.

La triada consiste en tres enfoques diferentes que nuestra concentración como líderes debe tener en:

  • Nosotros mismos
  • Otros
  • El resto del mundo

¿Por qué el líder tiene que prestar más atención a este concepto?

Entre todas las cualidades que los líderes en formación presumen necesarias, la concentración parece no estar presente. Sin embargo, es más que fundamental. Haciendo uso de la triada propuesta por Goleman, podemos entender con mayor facilidad la importancia de afinar la concentración.

Nosotros mismos

En primer lugar, trabajar en la concentración en nosotros mismos no solo nos permite mejorar como seres humanos y profesionales, afinando el resto de nuestros rasgos vinculados con el liderazgo y otras habilidades útiles, sino también desarrollar inteligencia emocional.

La inteligencia emocional nos permite hacer un mejor uso de nuestras emociones, sentimientos y deseos, canalizándolos de formas más positivas y constructivas. Asimismo, la inteligencia emocional nos permite desarrollar mejores relaciones con las demás personas, comprendiendo genuinamente sus motivaciones.

Esto resulta fundamental cuando se trata de liderar un equipo de trabajo y empatizar con cada uno de los miembros.

Otros

La concentración en otros es exactamente lo que necesitamos para tener mejores relaciones con los demás y construir el equipo.

Gracias a la concentración, podremos poner nuestras energías en aquellas personas que requieren de nuestra atención, analizar en detalle y determinar cuál es la mejor manera de dirigir esa persona hacia los objetivos comunes.

El resto del mundo

Finalmente, la concentración en el resto del mundo nos acompaña con los factores externos a nosotros y al equipo de trabajo que lideramos. Muy bien estos factores pueden ser los retos y tareas del día a día.

Trabajar en nuestra concentración es algo fundamental si nos planteamos un futuro como líderes. Esta triada simplifica en tres aspectos diferentes cómo nuestra concentración necesita ser mejorada y afinada.

 

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