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Hay una competencia que solemos ignorar cuando se trata del desarrollo del liderazgo: la empatía. Esta es la capacidad de entender las emociones y motivos detrás de las personas, identificando lo importante y pudiendo aportar algo de provecho.

Ser empáticos no implica que estemos siempre de acuerdo con los demás, sino que entendamos esas emociones y poder contrastarlas con las propias, sin alejarnos de la realidad. ¿Pero cómo ayuda esta competencia al éxito del líder?

Mucho se puede decir sobre la empatía y su gran potencial para ayudar al liderazgo en los retos del día a día. Observemos varios aspectos relevantes.

La empatía permite una comunicación más efectiva y transparente

Un líder empático puede comunicarse de la forma más apropiada con cada persona. El discurso y la manera de expresar ideas se adaptan de forma rápida y sin esfuerzo alguno, lo que aumenta la posibilidad de éxito en cada conversación que el líder tiene con los miembros de su equipo de trabajo.

Quien escucha, poniéndose en el lugar de la otra persona, puede captar la información más rápido. Así mismo, el líder empático tiene gran capacidad para evitar la hostilidad y reducir la tensión durante los casos más complicados.

La empatía inspira a las personas

El liderazgo efectivo logra inspirar a las personas a perseguir metas más ambiciosas, trabajar más duro y alcanzar los objetivos a través del esfuerzo. Esto suena maravilloso, pero no es fácil de conseguir. Probablemente, la dificultad de lograr ser un líder inspirador se deba a la misma escasez de empatía.

Cuando un buen líder es empático, las personas se sienten bien a su alrededor, le escuchan con atención y poseen un deseo genuino de aprender de él o ella tanto como se pueda. Pocos ejecutivos poseen empatía suficiente para interesarse por los demás, algo que muchas veces los deja en evidencia.

La empatía fortalece relaciones

El éxito de una empresa depende de las relaciones entre sus trabajadores. Al saber escuchar, entender y estimular las emociones del equipo de trabajo, el líder empático puede lograr una enorme mejoría en la convivencia y cooperación.

Hay que considerar que el talento de algunas personas se ve mermado por las malas relaciones que tienen con sus compañeros. En este tipo de situaciones, el líder tiene un rol fundamental como conciliador. Así mismo, la empatía le garantiza al líder relaciones enriquecedoras con los demás.

La empatía permite actuar de forma más inteligente
Muchos ejecutivos se apresuran en la toma de decisiones dentro de sus organizaciones sin prever cómo su equipo de trabajo podría reaccionar. Esto se debe a que son incapaces, cuando carecen de empatía, de entender propiamente lo que los demás sienten y opinan.

Cuando el líder del equipo es empático, la productividad se dispara. Las decisiones se toman siempre considerando las posibles reacciones de los demás trabajadores. Esto incrementa a su vez el bienestar, la energía y el desempeño. Ten en cuenta que muchas gerencias no tienen la empatía entre sus pilares fundamentales, ganándose el rechazo de su propio recurso humano.

 

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