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Sufrir estrés debido a la gran carga de trabajo, al entorno laboral injusto o por algún otro motivo es algo que sucede a los empleados de muchas empresas.

Alguna vez te has parado a pensar ¿qué es lo que realmente está causando estrés en el lugar de trabajo?

Se suele culpar al entorno laboral poco saludable o las situaciones demasiado demandantes.

Pero ¿sabías que puede ser simplemente la actuación de una persona la que está causando un alto estrés en el trabajo y afectando a la salud y bienestar de los empleados de la empresa? ¿Quién puede tener tanto poder para provocar estrés en los empleados? Se trata de los gerentes, líderes y, en particular, de los jefes directos.

Los malos jefes son la principal causa de estrés en el lugar de trabajo.

En muchas ocasiones las organizaciones no son conscientes de que tienen un mal jefe entre sus filas que está minando la moral de sus empleados.

 

Las estadísticas

Según un estudio de Gallop realizado a más de 195,600 empleados de EE. UU., la razón número uno por la cual los empleados renuncian a su trabajo es tener un mal jefe o supervisor inmediato.

Los datos recopilados por Gallop muestran que el 75% de los empleados abandonan su puesto de trabajo debido a sus jefes.

¿No es este un problema grave, que el 75% de las personas deje el trabajo debido a las acciones de una persona?

 

11 comportamientos clave de los malos jefes que causan estrés en el trabajo

Las organizaciones deben estar alerta para detectar este tipo de personas y poder tomar medidas antes de que sea demasiado tarde.

Estos son los comportamientos clave de un mal jefe que puede estar provocando estrés en los empleados.

 

1. No establecen expectativas claras

Esperan un alto desempeño, pero no establen objetivos claros, ni comunican cuáles son sus expectativas.

Creen que los empleados son simples títeres, para ellos un empleado solo tiene que seguir sus órdenes. Al hacer esto, quieren salvaguardar su posición y privilegios. Si algo sale mal, empiezan a culpar a los empleados por ello.

 

2. No hay dirección clara, ni visión

Asumen que los empleados lo saben todo. Si piden o intentan buscar su ayuda no proporcionarán una dirección clara.

Crean confusión y frustración.

 

3. Generan miedo

Utilizan la estrategia de dominar y menospreciar a los empleados en el entorno laboral. Creen que, si dominan y general temor en ellos, podrán conservar su poder y superioridad.

 

4. No confian en los empleados y son micromanagers

Asignan las tareas y siguen monitoreando continuamente. Prestan mucha atención a los pequeños detalles y esperan que se hagan las tareas minuto a minuto según sus expectativas. Su constante supervisión hace que los empleados se desanimen y se frustren.

Los empleados necesitan espacio para hacer, el micromanagement mata su creatividad y los desmoraliza.

 

5. No conocen las fortalezas e intereses de los miembros de su equipo

No hablan con sus empleados para comprender sus fortalezas. Asignan y delegan tareas de forma arbitraria porque no conocen a su equipo.

Esto causa que el empleado no muestre interés en el trabajo, ya que las tareas que se le asignan no están dentro de su área de experiencia y/o de interés. Mientras ven como otras tareas más adecuadas para ellos se asignan a otras personas.

La mayoría de los empleados talentosos renuncian a su trabajo debido a esta razón.

 

6. No recompensan, ni ofrecen reconocimiento

En lugar de apreciar y reconocer el buen trabajo realizado por un empleado, se otorgan ellos mismos el crédito por ese mérito. No se dan cuenta de que es el trabajo en equipo lo que hace que el proyecto tenga éxito. Sin embargo, si algo sale mal, culpan a los empleados por ello.

Es normal que los empleados que no reciben crédito y reconocimiento por sus logros, se decepcionen y pierden la confianza.

 

7. No son transparentes

Ocultan la mayoría de las cosas y no se comunican con sus empleados. Esto crea un ambiente de miedo.

Temen que, si son transparentes, algún día, alguien aprovechará para sobrepasarlos y anular su poder. Debido a este temor, guardan la información solo para ellos. Esto perjudica el trabajo del equipo y genera estrés al tener que trabajar con falta de información.

 

8. No delegan de forma efectiva

Delegan el trabajo, pero no guían, ni proporcionan ninguna instrucción

Sin embargo, en cuanto el empleado hace el trabajo empiezan a decir “esto deberías haberlo hecho así…”

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9. No escuchan las opiniones de los empleados

No escuchan, ni valoran las opiniones o ideas de los empleados. En cambio, dicen: “¡Si quisiera tu opinión, la pediría!” Cuando los empleados perciben que no los escuchan, se sienten rechazados y estresados.

 

10. Discriminan

No tratan a todos los empleados por igual, ni con respeto. Los tratan como un recurso, no como una persona. Eso desalienta y perjudica el buen desempeño.

 

11. Critican y gritan

Cuando tienen que decir algo a un empleado, critican o gritan abiertamente para que todos lo pueden escuchar.

No se molestan en cómo decir las cosas, ni dónde. Recibiendo este tipo de tratamiento es normal que el empleado se sienta disgustado.

 

Conclusión

No es la carga de trabajo lo que suele causar estrés, sino los malos jefes. Tener uno en la empresa puede ser el motivo por el que hay una alta rotación. Es importante detectar estos jefes, que podrían estar causando estrés, para tomar medidas antes de que sea demasiado tarde. Puedes ayudar a esa persona a ser un mejor jefe y toda la organización y los resultados del negocio lo
notarán.

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